Al ser un sistema de construcción industrializada se puede determinar mejor la planificación de la obra, logrando así mayor eficiencia en el ciclo de construcción. En cambio, en el sistema tradicional, debido a la gran cantidad de materiales involucrados, los tiempos de ejecución empleados en cada actividad son mayores. Por ejemplo, los tabiques necesitan ser aplomados y alineados en periodos muy cortos de tiempo mientras que con encofrados solamente hace falta hacerlo una vez. Además, en el sistema tradicional, también existe un mayor número de tiempos muertos durante el acarreo de materiales en el lugar de trabajo.
Nuestro sistema de construcción supone una reducción de tareas lo que conlleva una construcción más rápida. Al reducir la cantidad de subcontratas se reduce a su vez la organización y la coordinación de la obra. La administración y la planificación de la obra son más eficientes y predecibles siendo los plazos de terminación más factibles.